Universia se convierte, por su posición privilegiada, en la nueva carta de presentación de Guadalupe, pequeña pedanía de Murcia que ha tenido un resurgir en las últimas décadas gracias a la proximidad de la universidad. Por ello, se erige con la voluntad de ser reflejo de la influencia que la población joven universitaria ha tenido sobre el desarrollo y la cofiguración del núcleo urbano, ofreciendo una imagen moderna y a su vez amable con el entorno circundante.
La configuración de sus dos fachadas responde a las distintas condiciones de soleamiento y privacidad que ofrece cada una de sus orientaciones. Como nexo de unión entre ambas, en el punto en el que el edificio se proyecta hacia la lejanía, se conforman unas bamdas de rastreles verticales que se desplazan dinámicamente unas sobres otras, confiriendo al edificio, junto a la disposición de los huecos en fachada, su imagen característica y distintiva.
Como remate superior del volumen edificado, se genera una terraza comunitaria que proyecta las vistas sobre el privilegiado paisaje de la huerta cercana.